La tumba bien abierta!!

Volver a disfrutar de la Tumba Francesa “La Caridad de Oriente”, cuando con una tarja se patentizaba su condición de Obra maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, otorgada por la UNESCO en noviembre del 2003 en París, siempre resulta un placer para quienes conocemos que esta tradición músicodanzaria con sus cantos, toques, bailes perpetua en esta ciudad lo que hace ya 150 años llegaba como expresión de ritmos africanos de la región de Dahomey fusionados con danzas francesas...

Nacida el 24 de febrero de 1862 en las tierras de la localidad de El Caney, bajo el nombre de Lafayete, tiene el mérito de conservar la unión de las familias Venet Danger que la asumen por estos tiempos en una séptima generación, todavía hoy como auténticos exponentes además, de un patrimonio lingüístico y culinario que los identifica en la región por su originalidad.

Contagiando a su barriada en actuación en plena calle, frente a su sede en la calle Pío Rosado, la conocida por Carnicería entre Trinidad y Habana, y a otras muchas personas con ese floklor que deviene aporte para nuestra cultura, vimos movimientos acompasados entre danza y rumba que con maestría siguen jóvenes, muchachas y muchachos que han llevado a la Tumba Francesa La Caridad de Oriente, a Obtener el Premio de la Cultura Comunitaria en el año 2000 y el Premio a la Memoria Viva un tanto más reciente en el 2004...

A Gladis esa historiadora que sigue el curso de esta agrupación, a Paterson que le aporta actuación como regalo, a los compañeros de Patrimonio, a los vecinos, a los pioneros asistentes, a todos se les da las gracias a sabiendas de que habrán siempre oportunidades para las valoraciones y elogios de lo que es hoy suerte santiaguera como para constituir parte de sus estampas...